Más de cuatro meses después que dos desastres naturales (y uno no tan natural) azotasen Japón, compañías de todo el mundo están aún experimentando una oferta ralentizada de los bienes importados del área afectada. Con todos los productos, desde coches a chips de ordenadores, enfrentándose a grandes retrasos, los inversores de Estados Unidos con un pie (o un tobillo y una pierna) metido en la industria productora de acero, temen que los retrasos de ayer sean las pérdidas de ganancias de mañana. Ha sido este miedo el que ha iluminado de nuevo el debate sobre la mejor manera en que las compañías pueden diversificar su cadena de suministros.
Por Qué Diversificar
En la última década, numerosas pandemias han golpeado el campo de la logística, desde el brote de SARS en China, a tsunamis en Indonesia y Japón, los ataques del 11 de Septiembre en Nueva York, e incluso el reciente tornado que arrasó el Sureste de los Estados Unidos. Según Bierce y Kenerson P.C, un bufete de abogados de negocios y tecnología, especializado en subcontratación y transacciones comerciales, en casos como este el 40 por ciento tanto de la mano de obra como de los consumidores finales se arriesgan a una insufrible parada completa. Mantenerse flexible durante un atasco de la producción de sus proveedores es la única manera de evitar el paro del 40 por ciento. Preparar la cadena de suministro para que sea flexible ante cualquier desafío que pueda sufrir el mercado tiene que consistir en una estrategia múltiple, no sólo para subvertir fisuras en la cadena de suministro, pero también para sopesar las opciones entre rapidez de entrega y coste. Aunque estos desastres pueden lisiar a una compañía que no esté preparada, no es un problema tan común como la escasez en las instalaciones de los proveedores. Las compañías deberán echar mano de esa diversidad de recursos si su proveedor principal está sobrecargado, hay un bache temporal en la demanda que requiera un cambio rápido en las entregas y las ordenes lleguen tarde, o si la compañía misma sufre retrasos con los pedidos. El abastecimiento múltiple no es una idea nueva, y a pesar de estar seguros que los desastres volverán a golpear, muchas compañías permanecen indecisas en cuanto a la mejor manera de dividir y proteger a sus proveedores.
El Método de Motivar o La Motivación del Método
La abundancia de proveedores no significa necesariamente diversificación en la cadena de suministro. Es el papel que cada uno de esos proveedores desempeña y la proximidad geográfica en que se encuentren lo que determina la eficacia de esa variedad. Dentro de cada cadena de suministro, una compañía bien diversificada, tendrá múltiples proveedores suministrando los mismos bienes, o similares, en áreas desunidas unas de otras en el mapa para asegurar que un desastre regional, como tiempo inclemente, no destroce el plan a, b y c de la empresa de un golpe. Los proveedores principales continúan siendo la fuente primaria de bienes, incluso después de la diversificación; de otra manera no tendría sentido que fuesen proveedores principales para empezar. Desde un punto de vista realista, los proveedores principales cumplen ese papel dada su proximidad. Un sujetador de metal, por ejemplo, puede costar más o menos lo mismo, pero los fabricantes se diferenciarán si hay que pagar el precio de transportarlos. Mientras algunas compañías consideran la diversificación de proveedores sólo en caso de emergencia si su suministrador principal se queda sin existencias, otras empresas ven una oportunidad de avivar las llamas de la competencia entre proveedores de productos similares para poder negociar el mejor trato. En ambos casos, diversificar la cadena de suministro eficazmente depende de utilizar diferentes centros de servicio en distintas redes eléctricas y sistemas de transporte. Sincronizando, pero separando las redes de telecomunicaciones y poniendo de forma virtual a cada servidor en una "nube". Obviamente, una restructuración logística cuesta dinero y arriesga la alteración de los suministros que se tienen. Pero no, en última instancia, lo que las compañías se arriesgan a perder si la producción se paraliza del todo. Por otro lado, la diversificación puede causar duplicación en los esfuerzos, coste añadido y no cooperación, algo que el ahorro en precio no podrá justificar.
Fuerza Mayor
Además de mantener los márgenes de beneficios durante la interrupción de la cadena de suministros, hay también un precedente de responsabilidad legal establecido. Los acontecimientos que desgarraron Japón en la primavera son a menudo considerados fuera del ámbito de lo que una compañía puede controlar y, en consecuencia, a salvo de disputas por incumplimiento de contratos. De cualquier manera, si una compañía hubiese podido mitigar o superar la interrupción implementando un programa de continuidad y no lo hizo, esa compañía podría estar expuesta a acción legal.
El terremoto de Japón, tsunami y desastre nuclear han rebotado alrededor del mundo y han forzado a las fábricas a demorar su producción; y de esta parada, han expuesto y fracturado el eslabón más débil en la cadena de suministro. Ralentización en estas situaciones es de esperar, pero, para las compañías que dependen de la producción ininterrumpida de las fábricas en su área, la carencia de un plan para el peor de los casos, es como esperar a subirse en el ascensor de un edificio consumido por las llamas. Hay esperanza entre los escombros y buenas perspectivas para el futuro siempre y cuando se diversifiquen los suministros.